martes, 1 de diciembre de 2015

EVENTOS E INCIDENTES ADVERSOS

Un hospital británico se enfrenta a una factura de casi 25.000 € por la reparación de los daños causados ​​por una silla de ruedas, que fue arrastrada por los potentes imanes de una máquina de resonancia magnética hasta prácticamente succionarla. Se cree que una enfermera metió la silla de metal en la sala para recoger a un paciente, a pesar de las señales de advertencia de no entrar con este tipo de objetos.

Nada más introducirla, la silla comenzó a rodar misteriosamente por la sala, para a continuación acelerarse y salir disparada hasta estrellarse contra el escáner, en el que un estupefacto paciente había permanecido momentos antes.

El paciente y el radiólogo, que estaban en la habitación en el momento, resultaron ilesos; aunque podría haber ocurrido una doble fatalidad, ya que la fuerza de los imanes de estas máquinas es tan grande que no hubieran tenido la oportunidad de salir de la trayectoria de la silla voladora.

El incidente ocurrió el  28 de febrero del 2012 en el Hospital General de Southampton, en Hampshire (U.K.), que ha tenido que poner el escáner de resonancia magnética fuera de servicio durante los dos días que ha durado su reparación.

Los jefes del hospital han culpado a la enfermera despistada del “error humano” y han iniciado una investigación para asegurarse de que algo así no vuelva a ocurrir, mientras tachan de “auténtico milagro” que nadie saliera lastimado (salvo la nómina de la enfermera, parece ser).

Sin embargo, también existe una investigación interna en marcha para determinar cómo pudo estar el escáner magnetizado sin el paciente dentro de la máquina o si pudo fallar el cerrojo de seguridad de la puerta.

Los diagnósticos por resonancia magnética (IRM) usan un gran imán y ondas de radio para observar órganos y estructuras que se encuentran dentro del cuerpo y son muy útiles para examinar el cerebro, la médula espinal o el corazón.

El paciente se introduce dentro del campo magnético creado por un gran imán y mediante la aplicación de determinados estímulos se consigue la “resonancia” de los núcleos de sus átomos, recogiendo la energía liberada en forma de señal que tratada adecuadamente se transforma en imagen tomográfica.

Sin embargo, el imán principal de una resonancia magnética no es un electroimán normal que pueda desactivarse en caso de emergencia, ya que la corriente de la bobina circula a través de un superconductor y es un sistema más complicado de detener.

Por eso todos los pacientes que se someten a estas pruebas deben asegurar a los facultativos que no tiene piezas de metal en su cuerpo por lesiones de bala o metralla; o si tienen algún dispositivo electrónico implantado, como un marcapasos cardíaco.


Entre los artículos que pueden ser peligrosos para la salud o que pueden causar otros problemas durante el estudio se encuentran:  

-Marcapasos cardíaco o desfibrilador implantable  
-Catéteres con componentes metálicos que pueden tener el riesgo de producir quemaduras  
-Clips de aneurismas metálicos  
-Bomba para medicamentos implantada o externa (por ejemplo las usadas para administrar insulina o analgésicos)  
-Implantes cocleares  
-Neuroestimuladores 

Entre los artículos que los pacientes y sus acompañantes deben sacarse antes de entrar a la sala del equipo de RMN están:  

-Cartera 
-Billetera
-Monedero 
-Tarjetas de crédito
-Tarjetas con tiras magnéticas  


Entre los objetos que podrían interferir con la calidad de la imagen si se encuentran cerca del área examinada se describen:  

-Barras vertebrales de metal  
-Placas, pines, tornillos o malla de metal para reparar un hueso o una articulación  
-Prótesis articulares  
-Joyas de metal como las usadas en perforaciones del cuerpo (piercing)
-Algunos tatuajes y delineadores de ojos permanentes(afectan las imágenes, y existe la posibilidad de irritación o inflamación de la piel; los pigmentos negros y azules son los más problemáticos)  
-Balas, metralla y otros tipos de fragmentos metálicos  
-Cuerpo extraño de metal en el ojo o cerca del ojo (estos objetos por lo general son visibles en las radiografías; las personas que han trabajado con metal son las que más posibilidades tienen de tener este problema)  
-Empastes dentales (en general no son afectados por el campo magnético, pero pueden distorsionar las imágenes de la cara o el cerebro); lo mismo ocurre con los aparatos y retenedores de ortodoncia.






Con el fin de evitar incidentes con personal que desconozca las normas en área del resonador, así como pacientes y familiares, se deben establecer dos áreas principales de seguridad, que controles la entrada y la exposición al campo magnético.

Área controlada: Debe restringirse el paso del personal general a las áreas donde el campo magnéticoestático exceda los 0,5 mT. Cualquier área de uso general (como corredores, baños o área externa) cercana a la sala del resonador debe tener campos menores de 0,5 mT. El uso de señales de advertencia, como avisos y líneas de marcación de área en el piso, son útiles como medida de precaución. 

Área restringida: El acceso a áreas donde el campo magnético estático exceda los 3 mT debe ser restringido, y permitirse únicamente para el personal calificado que trabaje en el área de resonancia magnética y personas que estén bajo su supervisión. Todo material ferromagnético, o que no haya sido comprobada su seguridad en le área de resonancia magnética, debe mantenerse fuera del área restringida. Es evidente entonces que, de haber cumplido con estas normas y procedimientos el incidente no hubiera ocurrido. 


CONCLUSIÓN
Los accidentes en cualquier área ya sea con radiación ionizante o no ionizante se deben tener en cuenta las precauciones y el debido manejo de esta, así que cuando un profesional ya este preparado no suceden eventos adversos como el que he presentado.